jueves, 10 de diciembre de 2009

Hoy que no estás, el mundo se ha vestido de gris; de pena, el cielo se va llorando por el jardín. Hoy que no estás, mi cama no ha podido dormir. Hoy que no estás, las calles son inútiles, o son el eco de tu risa, o son inútiles. Hoy que no estás, te extraña mi guitarra; mi perro está triste; se ausenta la magia, niña. Si no puedo verte, no quiero paisaje, si no me acompañas, dónde voy a ir? Si no podré volver jamás a acariciarte, seré como una orilla sin mar, sin oleaje y brisa. Me dirá que sí, me dirá qie sí. Me quedará en el aire un pensamiento, que se irá sincero y lento y en el viento flotará, hoy que no estás. Hoy que no estás, voy a inventarme al final: tú regresabas y no nos separábamos más. Es mi canción; no tengo que decir la verdad. Diré que me besas y, al darte la mano, oiremos violines y atardecerá. Así, cuando me entere que no estás aquí, al menos, mi canción me dirá que sí. Me dirá que sí, me dirá que sí, que te quedes. Y quedará sólamente un pensamiento, que también se irá. y te cuento que, en el viento flotará, hoy que no estás.

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